miércoles, 24 de agosto de 2016

¿Depresión o síndrome postvacacional? Busca un amante





Tras un verano intenso aterrizo de nuevo en Madrid y empiezo a retomar después de un mes mi trabajo. Mientras voy reencontrándome con familiares y amig@s voy dándome cuenta de lo generalizada que está la sensación de tristeza frente al final de las vacaciones. El final del verano y la llegada del otoño a muchas personas les conecta con el llamado síndrome postvacacional, la vuelta a las rutinas y al trabajo diario supone para muchas personas una minidepresión... que puede durar hasta las vacaciones de navidad o incluso todo el año. ¿te sucede esto a tí?
 
Empiezo a pensar sobre ello y sobre cómo es mi vivencia en esta época del año. Y decido escribir este post. Es cierto que conviene incroporarse poco a poco a los horarios y al trabajo, que está bien tener unos días desde que regresamos para que nos de tiempo a aterrizar del todo, a ir organizando poco a poco los horarios y tareas,... sobre cómo prevenir esta sensación de tristeza hay mucho escrito. Pero lo que viene a mi mente es un artículo de Jorge Bucay que leí hace poco y la relación de este artículo con el llamado síndrome postvacacional , el artículo se llama "Hay que tener un amante" en él, el autor expresa en palabras mucha verdad que comparto.

Si tienes un síndrome postvacacional fuerte y duradero, probablemente es porque necesitas un amante. Y no, no estoy loca, ni animo a la gente al adulterio o a la promiscuidad (allá cada un@). Mi conclusión es la siguiente, si tras mis vacaciones retomo mi vida y esto hace que me entristezca y me deprima, entonces me preguntaría: ¿cómo es que retomar mi vida me entristece? ¿me gusta mi vida? ¿qué necesito para que me guste mi vida?

Esto está montado para que nos creamos que sólo estamos vivos de vacaciones, o viajando o paseando, parece que la vida cotidiana no nos puede alimentar, si perdemos la presencia perdemos estar vivos. Y sí, obviamente, el mar, la naturaleza, los viajes, estar con la familia o los amigos, o disfrutar del descanso y la soledad, es siempre necesario y nutritivo, pero la vida es todo, la vida es levantarse a trabajar cada mañana, hacer desayunos, llevar al cole a los niños, lidiar con las tareas laborales, de casa,... etc...¿cómo hacer para sentirnos vivos y que estas rutinas no nos maten en vida? ¿cómo hacer para que la vida no se convierta en rutina? ¿cómo hacer para estar presentes y salir del automatismo casa, trabajo, tele, cama...? ¿cómo hacer para volver de vacaciones con ilusión de retomar la cotidianidad? Insisto: busca un amante.

A parte de para descansar, viajar y desconectar del trabajo, las vacaciones me sirven para tomar distancia y mirar mi vida con perspectiva, siempre que vuelvo de vacaciones traigo nuevos propósitos que me estimulan a retomar mi cotidianidad y me plantean un reto. Mejorar mi alimentación, hacer ejercicio, tal curso que he decidido que quiero hacer, tal cosa que quiero aprender, un proyecto nuevo que quiero crear... sea lo que sea, si me comprometo con ello, se convierte en mi amante. Un amante es algo a lo que me entrego apasionadamente, con ganas y con ilusión: un deporte, un hobby, una persona, la familia, un proyecto, la música, dibujar, la danza, la naturaleza, la meditación, mi crecimiento personal... algo que amplía mi mirada, me hace crecer, aprender, comprometerme conmigo y sentirme más viva.

En la distancia de las vacaciones, cómo si observara mi vida con vista de pájaro, puedo ver qué quiero o qué necesito para sentirme más viva y para estar más presente en lo cotidiano. Y tras el descanso, el viaje, o lo que sea que haya vivido,  retomo con ganas esa faceta con la que me quiero comprometer, a mí se me ocurren muchas, pero amante amante suelo quedarme con una o dos, para que no se me disipen las energías. Y porque pasión, lo que se dice pasión no suele sentirse por tantas cosas, eso es más bien picoteo. Si tengo un amante estoy más contenta, más viva, más apasionada, más presente en todo lo que hago, más comprometida conmigo misma y con cómo creo mi vida.

A mí esta época del año me encanta, siento que el año empieza ahora y siempre me conecto con las sensaciones de la vuelta al colegio de cuando era una niña. Entonces ya tenía amantes y ahora sigo teniendo amantes.

Un amante es un nuevo propósito, un nuevo reto, un compromiso, una pasión, algo a lo que me entrego.

¿recuerdas esa sensación de niñ@, cuándo volvías al cole? Las ganas de ver a los amigu@s y compañer@s, un nuevo curso, un año más grande, nuevas expectativas, nuevos proyectos, actividades, nuevas amistades, los libros del nuevo curso, nuevos profes... Crecer!!

Una página en blanco por descubrir, esperando a ser dibujada, escrita, garabateada,... así es el otoño, cae lo viejo y nos preparamos para lo nuevo.

Aunque ya no seamos niñ@s, nuestra vuelta al cole puede significar continuar creciendo, aprendiendo, evolucionando hacia la plenitud, decidiendo nuestro presente, buscando nuestro bienestar interno y externo, en definitiva ir completando esta obra de arte que es nuestra vida de adult@s.

Si sientes así tu también esta época que se acerca, ¿qué crees que te puede ayudar en tu propósito hacia sentirte más plen@?, ¿dónde está tu pasión?, ¿qué amas?, ¿quien o qué es tu amante?


Feliz vuelta al cole, no importa tu edad. La pasión no sabe de edad. 
¡¡Ten un amante!!

miércoles, 13 de enero de 2016

El descenso de perséfone al mundo subterráneo. Rito de paso para muchas mujeres.

Pues como venía diciendo en el post anterior, el conocimiento de la energía de las diosas ha llegado a mi vida en el momento más indicado, dinámica general de la vida, claro está.
Investigando dentro de mí y con la ayuda de mi actual terapeuta Amor Hernández, convertida a mi modo de ver en una sabia Hécate, puedo ver claramente en mí la energía de Perséfone, en una de sus bajadas al mundo subterráneo y la presencia de Hécate tomando fureza en mí. Ponerle a esto conciencia y comprenderlo me ayuda a poder enfocar qué energías cultivar y cómo vivir el mito griego en mi propia vida. Además de acompañar a otras mujeres en este descenso al inframundo, que en la mayoría de nosotras suele suponer un rito de paso y que bien orientado nos puede dar mucha luz.


El rapto de Perséfone por Hades

Perséfone una doncella jóven, alegre y despreocupada hija de Démeter, la diosa de la fertilidad , de las cosechas y la energía madre más poderosa, jugaba un día con sus amigas en el campo cuando la tierra se abrió y de ella emergió Hades, el dios del mundo subterráneo, rapatándola a la fuerza y obligándola a quedarse con él bajo la tierra. Perséfone permaneció triste y lánguida en el inframundo, hasta que su madre consiguió traerla de nuevo a la tierra con la ayuda de Zeus, su padre, que previamente había autorizado su rapto. Pero antes de volver, Perséfone probó unos granos de granada que Hades le ofreció y con esto quedó condenada a bajar con él al inframundo un tercio del año, los otros dos tercios permanecería en la tierra junto a su madre.
Perséfone, que al principio se resistía al mundo subterráneo, comió esos granos de granada sabiendo lo que ello implicaba, porque aunque el inframundo le asustaba, también le atraía. Con el tiempo en sus bajadas fue sintiéndose cada vez más cómoda allí, hasta llegar a hacerse la diosa del mundo subterráneo un tercio de cada año.

Perséfone una de las llamadas diosas vulnerables, por estar orientada hacia las relaciones; se caracteríza por ser la hija, obediente, complaciente, dispersa, dependiente,...la eterna niña, la adolescente que no se compromete ni con nada ni con nadie, porque elegir un camino supone renunciar a otro y como Perséfone no siente el paso del tiempo, cree disponer del él sin límites para poder cumplir todas sus fantasías esperando a que algo externo le haga actuar. Pasar por el mundo subterráneo y sacarle partido para su aprendizaje, le ayuda a convertirse en mujer. Esto Perséfone lo consigue con la ayuda de Hécate, de la que os hablaré más adelante. Pues requiere un texto propio.

Hécate paciencia sabiduría y visión ante los caminos
El mundo subterráneo simboliza las capacidades intuitivas, el contacto con lo inconsciente, la sombra, la oscuridad,... toda mujer que tenga a Perséfone como diosa, necesita en algún momento de su vida familiarizarse, conocer y desarrollar estas características de sí misma si quiere evolucionar y adquirir consistencia y sabiduría, ... aunque la doncella despreocupada a veces nos quiera contar que eso no es para nosotras, aunque nos asuste el descenso, aunque temamos quedar atrapadas ahí abajo... si nos aliamos con Hécate, convertirnos en las diosas del mundo subterráneo nos permite transcender a la muchacha que fué Perserfone y transformarnos en mujeres sabias, maduras, que conocen sus luces y sus sombras, que cultivan su espacio interior una parte de su tiempo sin quedar atrapadas en él, que están familiarizadas con los misterios de la vida y que pueden desarrollar una gran visión en la oscuridad.
 Este paso puede ayudar a muchas mujeres/muchachas a adquirir compromisos de pareja o profesionales y poder implicarse en ellos con alegría, compromiso y responsabilidad, pudiendose manejar desde su mundo interno con las decisiones y elección de caminos, tienendo presentes y sin que le abrumen las condiciones y exigencias que se requieren en el mundo externo. Enfrentar la vida por sí misma y cuidar de sí.

*Una mujer Perséfone que ha estado en el mundo subterráneo y ha vuelto, también puede ser una terapeuta con capacidad para conectar a otras personas con sus propias profundidades, guiándolas a encontrar el significado simbólico y la comprensión de lo que encuentran en ellas.

*extracto del libro la diosas de cada mujer Jean Shinoda Bolen